Paco López, el maestro de los plumines y su mujer, Antonia, siempre ofreciendo calidad en el servicio y en la amistad que derrochan con sus clientes, todos siempre salimos agradecidos, no sólo por los objetos de trabajo, de colección, de disfrute, que conquistamos; sino por el cariño del trato familiar que cualquier amante de este arte recibe en su establecimiento de la Calle Villaleal, como antes lo recibimos en el antiguo despacho de la Calle Platería.
Y no se me olvida Pepe, la saga continúa...
Aquí una pequeña y entrañable obra de arte, la entrada de la antigua tienda en Calle Platería, un óleo de Antonio Ortíz, que además de excelente pintor con un estilo realista de impresionante nitidez y viveza, fue profesor mío de Bioquímica cuando estudiaba Veterinaria!
Aquí una pequeña y entrañable obra de arte, la entrada de la antigua tienda en Calle Platería, un óleo de Antonio Ortíz, que además de excelente pintor con un estilo realista de impresionante nitidez y viveza, fue profesor mío de Bioquímica cuando estudiaba Veterinaria!
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