A veces ocurren cosas así. Y no estamos preparados. ¿O sí? Quizá entienda ahora por qué no pude dormir anoche más de una hora seguida. Y también que el último fin de semana tuviera la urgencia de estar con todos mis animales, y tomar fotos con ellos. Cosas de la intuición, debe ser. Los animales sí tienen éso que llaman "sexto sentido". Cuando se despierta el que llevamos dentro, o educamos esa parte, la intuición, asistimos a hechos de difícil explicación. Menos mal que hice lo que en aquellos momentos me apeteció.
Hoy mi hermana Paki me ha enviado un email con la noticia. Ayer Dino murió. Tranquilico, en su manta del sofá. Después de jugar con mi padre, e ir a descansar sobre ella, al lado de mi madre. Sin hacer ruido, sin molestar a nadie. Ella ni se percató, hasta que llegó Paki y entendió lo que había pasado. Calentico su cuerpo con la mantica aún.
Por ahí he oído éso de "si quieres un amigo, cómprate un perro (gato)". No está escasa de razón la frase. Nuestras mascotas lo dan todo, sin pedir nada a cambio. ¡Qué diferentes nos mostramos a menudo las personas! No hacemos nada si no es a cambio de compensaciones.
Dino, te vamos a echar mucho de menos. En especial, nuestra madre, y mi padre y, claro, Paki y Pascui. Nos has dado tanta alegría! Tus carreras por los pasillos, tus juegos con las peloticas, tus cabriolas con los cabos de navegar... Siempre esperándome a que me levantara tarde por haber salido por las noches, para que jugase contigo a perseguirnos por la casa de La Cola en los veranos... Has sido un espíritu divertido y juguetón, nos has hecho reír mucho, y nos has mordido y arañado de acuerdo con tu carácter. Te envidio. Y si hay un cielo para los animalicos, deseo que hayas llegado a él, igual que has vivido con nosotros, repartiendo felicidad, sólo has pedido agua y comida. También espero que te hayas llevado cosas buenas de nosotros, no sólo los alimentos. Sabes que hemos hecho lo que hemos sabido, o podido en cada momento. Nos hemos preocupado, quizá lo justo, por hacerte todo bien, seguro que merecías más. Ojalá no nos lo tengas en cuenta. También te pedimos perdón por haberte reñido, y enfadarnos contigo cuando tu naturaleza animal te llevaba a no entender de órdenes o a distinguir entre el bien y el mal en términos humanos. Qué necios, cómo si nosotros sí entendiéramos... Por favor, pásalo por alto, tu bondad te lo permite. Nosotros, a nuestra manera, siempre te lo hemos perdonado.
Y si tu kharma te trae de nuevo aquí, seas animal de nuevo o persona, sólo te pedimos una cosa, ya que como humanos no podemos reprimir el solicitar cosas a cambio de otras; que sigas haciendo felices a los demás con tu compañía. A cambio de ésto, aunque sólo sea por perder una vez nuestra condición humana, no queremos nada.
A mí me bastaría reconocerte en un gesto, en unos ojos, en un momento de felicidad, de ésos que andamos tan escasos y de los que tú has sembrado nuestros corazones.
En mi casa no nos educaron para reprimir los sentimientos, al contrario. Si bien, el carácter que se moldea en función de las experiencias, deja un margen para aprender la impostura de aparentar lo que no se siente, o simplemente a mostrar la alexitimia, patológica o voluntaria, que nos lleva a exiliar de nosotros cualquier emoción. Hoy no he podido, reprimir el llanto. Los niños, que saben bastante de ésto, han comprendido perfectamente lo que significaba perderte, Dino.
Pediremos por ti, y siempre te llevaremos muy dentro. Te estamos muy agradecidos por regalarnos tu compañía estos años. Te diría, "Vuelve pronto". Pero no puedo ser egoísta contigo, que nos la diste sin compromiso.
Mejor, "Vuelve cuando quieras".
Hoy mi hermana Paki me ha enviado un email con la noticia. Ayer Dino murió. Tranquilico, en su manta del sofá. Después de jugar con mi padre, e ir a descansar sobre ella, al lado de mi madre. Sin hacer ruido, sin molestar a nadie. Ella ni se percató, hasta que llegó Paki y entendió lo que había pasado. Calentico su cuerpo con la mantica aún.
Por ahí he oído éso de "si quieres un amigo, cómprate un perro (gato)". No está escasa de razón la frase. Nuestras mascotas lo dan todo, sin pedir nada a cambio. ¡Qué diferentes nos mostramos a menudo las personas! No hacemos nada si no es a cambio de compensaciones.
Dino, te vamos a echar mucho de menos. En especial, nuestra madre, y mi padre y, claro, Paki y Pascui. Nos has dado tanta alegría! Tus carreras por los pasillos, tus juegos con las peloticas, tus cabriolas con los cabos de navegar... Siempre esperándome a que me levantara tarde por haber salido por las noches, para que jugase contigo a perseguirnos por la casa de La Cola en los veranos... Has sido un espíritu divertido y juguetón, nos has hecho reír mucho, y nos has mordido y arañado de acuerdo con tu carácter. Te envidio. Y si hay un cielo para los animalicos, deseo que hayas llegado a él, igual que has vivido con nosotros, repartiendo felicidad, sólo has pedido agua y comida. También espero que te hayas llevado cosas buenas de nosotros, no sólo los alimentos. Sabes que hemos hecho lo que hemos sabido, o podido en cada momento. Nos hemos preocupado, quizá lo justo, por hacerte todo bien, seguro que merecías más. Ojalá no nos lo tengas en cuenta. También te pedimos perdón por haberte reñido, y enfadarnos contigo cuando tu naturaleza animal te llevaba a no entender de órdenes o a distinguir entre el bien y el mal en términos humanos. Qué necios, cómo si nosotros sí entendiéramos... Por favor, pásalo por alto, tu bondad te lo permite. Nosotros, a nuestra manera, siempre te lo hemos perdonado.
Y si tu kharma te trae de nuevo aquí, seas animal de nuevo o persona, sólo te pedimos una cosa, ya que como humanos no podemos reprimir el solicitar cosas a cambio de otras; que sigas haciendo felices a los demás con tu compañía. A cambio de ésto, aunque sólo sea por perder una vez nuestra condición humana, no queremos nada.
A mí me bastaría reconocerte en un gesto, en unos ojos, en un momento de felicidad, de ésos que andamos tan escasos y de los que tú has sembrado nuestros corazones.
En mi casa no nos educaron para reprimir los sentimientos, al contrario. Si bien, el carácter que se moldea en función de las experiencias, deja un margen para aprender la impostura de aparentar lo que no se siente, o simplemente a mostrar la alexitimia, patológica o voluntaria, que nos lleva a exiliar de nosotros cualquier emoción. Hoy no he podido, reprimir el llanto. Los niños, que saben bastante de ésto, han comprendido perfectamente lo que significaba perderte, Dino.
Pediremos por ti, y siempre te llevaremos muy dentro. Te estamos muy agradecidos por regalarnos tu compañía estos años. Te diría, "Vuelve pronto". Pero no puedo ser egoísta contigo, que nos la diste sin compromiso.
Mejor, "Vuelve cuando quieras".
2 comentarios:
Jo... ya lo siento Felipin, he visto el gatillo en la web de tu hermano... es una auténtica pena, "cuanto dan por nada a cambio..." Qué verdad más grande!!
Bonitas, tristes y ciertas palabras las tuyas.
Un abrazo!!
J.David.
Gracias, amigo! En ésto consiste la amistad, de lo cual tú sabes mucho porque nos conoces de sobra, como nosotros a los tuyos. Cuídate! La vida merece la pena vivirla! Un abrazote!
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